15 de diciembre de 2013

16-12-13


Es que todavía creo que merece la pena escribirte, no se, por lo que sale. Si alguna vez las palabras han sido capaces de describir sentimientos en su totalidad  es ahora. Y se que igual no entiendas nada, pero yo tampoco. Y es que es así. Todo ha acabado liándose de una manera extraña, y ojalá fuesen tus dedos los que nos desenredasen. He sobrevivido al otoño con tu felicidad en mi contra y con tu ausencia helándome los huesos. Ahora llega la Navidad y activa eso en mi que no se como explicar. Activa eso que no tuve tiempo de enseñarte. Quizás sería bonito pasear contigo bajo las luces de la ciudad que ahora brillan más que nunca. Ojalá hubiésemos podido hacerlo. ¿sabes? Todavía mis ojos te echan de menos. Todavía esperan una despedida. O quizás un "buenos días" o un "buenas noches". O quizás les basta con un "payasa". No se. Has acabado haciendo que odie los payasos más de lo que ya lo hacía. Todo ha cambiado mucho desde que no estás y no me acostumbro a no verte. Me encantaría pedirte por Navidad pero eres edición limitada y creo que ya llego tarde. Feliz Navidad, payaso.